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¡CAFIDES abre sus puertas en Ambato!

En CAFIDES seguimos creciendo con un solo objetivo en mente: estar más cerca de quienes creen en el trabajo honesto, en el esfuerzo diario y en las oportunidades que transforman realidades. Por eso, hoy nos llena de orgullo anunciar la apertura de nuestra nueva agencia en la ciudad de Ambato.

Con esta nueva presencia en el corazón del centro del país, reafirmamos nuestro compromiso de caminar al lado de quienes hacen del campo, del comercio y de los pequeños negocios. Sabemos que estar cerca no es solo una cuestión geográfica, sino de actitud: queremos escucharte, entender tus necesidades y ofrecerte soluciones que se adapten a ti.

Nuestra propuesta de valor no solo se basa en brindar acceso al financiamiento, sino en acompañarte con asistencia técnica, educación financiera y campañas de salud que se integran a tu desarrollo económico. En CAFIDES creemos en las personas y en su potencial.

Ambato es una ciudad llena de vida, esfuerzo y sueños por cumplir. Queremos ser parte activa de su crecimiento, aportar a la generación de empleo y convertirnos en un aliado de confianza para quienes día a día construyen un futuro mejor.

Te invitamos a visitarnos, a conocernos, a conversar. Porque en CAFIDES no se trata solo de dar servicios, sino de construir relaciones.

📍 Dirección de la nueva agencia: Antonio Neumane y Ruben Uquillas Fernandez.
Entrada al Progreso, Sector Huachi Chico. Referencia: Cerca del Colegio Suizo.
📞 Contacto: 099-786-9957;
🕐 Horarios de atención: Lunes a Viernes de 8:30 a 5:30

CAFIDES: más cerca, más humano, más contigo.

¿Qué es la economía popular y solidaria?

La economía popular y solidaria es un modelo que promueve el bienestar comunitario a través de la colaboración y el apoyo mutuo. A diferencia de la economía tradicional, que se centra en el lucro, este enfoque busca satisfacer las necesidades de las personas y reinvertir los beneficios en el desarrollo local. Se basa en la creación de cooperativas, asociaciones y fundaciones que permiten a microempresarios y emprendedores locales acceder a recursos, formación y mercados.

Para los microempresarios, que a menudo se encuentran en la base de la pirámide económica, la economía popular y solidaria ofrece oportunidades significativas. Al unirse, pueden obtener mejores precios en insumos, recibir capacitación y compartir experiencias con otros microempresarios. Esto les brinda una mayor capacidad para enfrentar desafíos, crecer en sus negocios y fomentar el empleo.

Además, este modelo fortalece la resiliencia de las comunidades. En momentos de crisis, las redes de apoyo mutuo pueden ser fundamentales para superar dificultades. Fomentar el consumo local y la compra responsable ayuda a mantener la circulación del dinero dentro de la comunidad, generando un impacto positivo en la economía local.

La economía popular y solidaria empodera a los microempresarios y contribuye al desarrollo sostenible de las comunidades generando empleo. Al centrarse en las personas y promover la colaboración, se crean oportunidades que benefician a los emprendedores y fortalecen el tejido social, construyendo un futuro más justo y equitativo para todos. Este enfoque destaca la importancia del apoyo mutuo en la construcción de economías más resilientes y solidarias.

Cómo un microcrédito cambia la vida de un agricultor

Cuando un pequeño agricultor accede a un microcrédito, puede transformar su vida y la de su familia. Pensemos en Rosa, que cultiva papa en una comunidad rural. Con un pequeño préstamo pudo comprar abono, reparar su sistema de riego y aumentar su cosecha. Además, invirtió en costales y transporte para vender en el mercado de la ciudad, donde accede a un mejor precio por sus productos.

Así, lo que antes era solo para el consumo familiar, ahora le permite tener ingresos adicionales. Rosa no solo mejora su situación, también genera empleo: contrató a dos vecinos al momento de cosechar y su hijo mayor ahora le ayuda con las cuentas.

Muchas instituciones grandes no quieren trabajar con personas como Rosa. Dicen que es muy costoso ir al campo, que los montos son pequeños, o que no tienen garantías. En CAFIDES hacemos las cosas diferente. Vamos hasta donde están nuestros aliados, no pedimos garantías imposibles y brindamos acceso a educación financiera para que aprovechen bien el crédito.

Porque no se trata solo de prestar dinero, sino de ayudar a que el esfuerzo valga la pena.

¿Qué es la re-inclusión financiera?

Muchas veces escuchamos hablar de que hay personas que no pueden sacar un préstamo, abrir una cuenta o acceder a un crédito. A eso se le llama “exclusión financiera”. Es cuando alguien no puede usar los servicios de una institución financiera. Esto pasa principalmente en las zonas rurales donde no hay oficinas, o en comunidades donde puede existir discriminación hacia las mujeres, jóvenes o adultos mayores.

En Ecuador, se calcula que 3 de cada 10 personas no tienen acceso a servicios financieros. Pero también hay otro problema: la re-exclusión financiera. Esto ocurre cuando alguien logra ser parte del sistema financiero, pero por alguna razón dejó de pagar sus deudas y ahora no es considerado sujeto de crédito. Puede ser porque tiene una demanda, su deuda fue marcada como “incobrable” o su puntaje de crédito bajó demasiado.

Imagina a Don Manuel, agricultor que obtuvo un crédito para sus actividades agropecuarias. Sin embargo, una plaga dañó su cosecha y no pudo pagar. Ahora, aunque quiere trabajar y salir adelante, ninguna entidad financiera le quiere prestar dinero. En CAFIDES, entendemos que estas situaciones suceden, y por eso buscamos soluciones que le permitan a personas como Don Manuel volver a empezar. No juzgamos por el pasado, sino que miramos hacia el futuro y valoramos la voluntad de salir adelante.

¿Qué pasa cuando no se puede pagar un crédito?

Pongámonos en los zapatos de María. Ella pidió un préstamo para mejorar su tiendita, pero las ventas bajaron y no pudo pagar algunas cuotas. Después de varios meses, la entidad financiera decidió que ya no iba a recuperar ese dinero y la tachó como “cliente castigado”. Ahora María no puede pedir otro crédito, ni siquiera en otras entidades.

Historias como la de María se repiten mucho. Entre 2019 y 2024, 3 de cada 10 personas que ingresaron al sistema financiero en Ecuador fueron excluidas nuevamente. De cada 10 de estas personas, la mitad ganan menos de 800 dólares al mes. Es decir, son las personas más lo necesitan, pero ahora tienen menos opciones.

En CAFIDES no cerramos las puertas por errores del pasado. Sabemos que la vida es difícil y que todos merecen una segunda oportunidad. Por eso trabajamos en dar acceso justo y acompañamiento, sin poner trabas por haber tenido problemas antes. Para nosotros, más importante que el historial es la voluntad de mejorar y salir adelante.